El boxeo es más que un deporte en México. Nos hemos convertido en uno de los países más importantes en la historia de esta práctica.
Este deporte llegó a nuestro querido México por el puerto de Tampico, donde los marineros organizaban peleas clandestinas. Después, fue llevado a clubes privados en donde se practicaba como un pasatiempo para nobles.
Más adelante, el promotor griego, George Parnassus, fue el visionario que comenzó a llevar mexicanos a combatir a los Estados Unidos, dándole la oportunidad al boxeo mexicano de posicionarse y brillar en el entorno internacional.
De acuerdo con Consulta Mitofsky, el boxeo se ha consolidado como el segundo deporte favorito de los mexicanos; hace 12 años, el boxeo se encontraba en el cuarto lugar y fue en el 2012 que ascendió a la segunda posición donde se ha mantenido.
Después de clavados, el boxeo es la competencia que más medallas olímpicas le ha dado al país con 13, de las cuales 2 son de oro, 3 de plata y 8 de bronce.
Algunos de los principales pugilistas de México son: Salvador Sánchez, Julio César Chávez, Marco Antonio Barrera, Erik “El Terrible” Morales, Juan Manuel Márquez y, aunque a muchos no les guste su estilo de pelea e infravaloren sus logros, Saúl “El Canelo” Álvarez.
El estilo del boxeo mexicano se destaca por ser arriesgado, buscar siempre intercambiar golpes en vez ir a la defensiva, es por esto último que ha logrado cautivar al mundo con su espectáculo y es por lo que los mexicanos nos identificamos con este estilo de pelea.
Por eso y más, chabacanos, los invitamos a apoyar y fomentar esta disciplina que, para los mexicanos, se ha vuelto un estilo de vida más que un deporte.